Recientes registros del oso de anteojos en las reservas de ProAves alertan sobre la necesidad de conservar los bosques húmedos con la creación y fortalecimiento de zonas protegidas y la inclusión de la comunidad aledaña.
El ecosistema de la zona del Magdalena Medio colombiano ha padecido una degradación muy acelerada como resultado de las acciones del ser humano como la minería, la ganadería y la deforestación, actividades que cada vez demandan más recursos de la naturaleza. Tales amenazas, al parecer, han restringido la distribución y, en algunos casos, han extinguido poblaciones del oso de anteojos (Tremarctos ornatus), el único oso de Suramérica.
Por este motivo, la fundación ProAves ha querido establecer reservas para la conservación a perpetuidad de determinadas de estas áreas de distribución del oso de anteojos en tierras bajas.
Realiza poco pudimos notorios registros gracias a cámaras trampas de un individuo en la Reserva Natural de las Aves Pauxi pauxi, a una elevación de 1200 msnm y 3 individuos (madre y 2 oseznos) en la Reserva El Paujil a 700 metros sobre el nivel del mar. Aunque históricamente es natural hallar a este oso en estas elevaciones y lugares, actualmente, el ecosistema de tierras bajas de Colombia, acerca del valle del río Magdalena, ha sufrido cambios drásticos con la perdida de la cobertura vegetal original.
En este momento existe poca información acerca de la ecología de estas poblaciones en bosques húmedos o bosques de tierras bajas, por ello se hace primordial continuar monitoreando y articulando los planes de manejo de los corredores naturales entre los bosques andinos, húmedos y páramos.
En esta labor hemos encontrado que la especie sufre muchas presiones en las zonas de amortiguamiento de las reservas de ProAves, por lo cual buscamos la vinculación de la comunidad local con el propósito de originar estrategias de conservación como servidumbres ecológicas, corredores de conservación y programas de restauración y reforestación que trasciendan las fronteras de las áreas protegidas e incluir áreas donde la utilización del suelo esté destinado a cultivos y ganadería, lugares que podrían ser usados por el oso de anteojos en sus desplazamientos entre parches de bosque húmedo.
Este amenazado mamífero precisa nuestra atención y ayuda, entre todos podremos salvarlo de la extinción.
Fuente original: http://www.proaves.org/